Diez años trabajando juntos en la creación de un lenguaje propio
Ubicada entre los céntricos y lujosos quartiers de La Madelaine y L`Opera, Magnanni inaugura su segunda tienda en París, con un espacio de más de 80m².
En los últimos diez años de trabajo conjunto, A-cero ha jugado un papel fundamental en la creación de un lenguaje propio que combina artesanía, sofisticación y contemporaneidad, por eso Magnanni, al igual que ha pasado en otros proyectos como la primera tienda en París, showroom en Milán, espacio comercial en Dubai… vuelve a apostar por el estudio de arquitectura de Joaquin Torres y Rafael Llamazares para llevar a cabo este nuevo proyecto de reforma integral.
El diseño interior de las tiendas Magnanni a lo largo del tiempo refleja una evolución arquitectónica coherente y profundamente ligada a la identidad de la marca, donde puede apreciarse un proceso de depuración estética que acompaña el crecimiento de la firma y su posicionamiento en el mercado del lujo.
Una de las tónicas mas importantes siempre en los trabajos desarrollados entre A-cero y la familia Blanco, es la involucración de ambas partes en todo el proceso creativo para alcanzar el objetivo tanto estético como práctico que cumpla las necesidades de la marca. Uno de los puntos clave, una vez mas, ha sido el requisito principal de acercarle a los clientes la esencia artesanal que tiene el proceso de fabricación de cada producto, con una estética moderna y con ciertos trazos industriales.
La fachada principal de la tienda está acabada en vidrio oscuro, y aluminio existente. Un escaparate en el que de manera elegante se exponga poco producto muy elegido, y que sea una en realidad ventana, que invite a visitar el interior.
La planimetría de la tienda, se distribuye fundamentalmente en tres espacios.
Un primer salón, destinado a exposición, destaca en esta nueva tienda, la novedad de la línea de calzado para mujer. Para exhibir el producto diseñado por la firma, se han revestido paredes a modo de lienzo con paneles realizados en pieles naturales usadas en la fabricación en diferentes tonos, creando cuadros con cierta inspiración al artista Rothko. Además de la piel, en suelos se opta por una madera noble de Porcelanosa, que en algún momento, en diseño, se eleva a modo de paramento vertical.
También contamos con un interesante espacio en el que se instalan dos invernaderos, con inspiración japonesa, que además de introducir luz natural, aporta el toque de vegetación que convive a la perfección con el hormigón.
Y por último, el alma del establecimiento, donde habrá una mesa de trabajo con un maestro zapatero fabricando los zapatos en directo, 6 días de la semana, para mostrar el proceso de trabajo de la forma más cercana, íntima y realista, donde se vea el trabajo artesanal que tienen los productos de primera mano.
Más que una tienda, este nuevo local en París se convierte en un lugar de encuentro con la tradición, la innovación y la pasión artesanal que definen el universo Magnanni. Un espacio donde el cliente encuentre un lugar acogedor y exclusivo, y pueda además de vivir la experiencia de la marca.
